En un contexto de incertidumbre financiera y desaceleración económica, los bancos en Chile enfrentan una fase contractiva sin precedentes en las últimas tres décadas. Esta situación es resultado de un conjunto de factores, entre ellos, el cuestionado manejo económico del gobierno actual, que ha generado inquietud en los mercados y ha llevado a las instituciones financieras a endurecer sus políticas crediticias
De acuerdo con informes recientes del Banco Central, el crecimiento económico del país se ha ralentizado, y la inflación, aunque controlada en ciertos aspectos, sigue impactando negativamente en el poder adquisitivo de los ciudadanos. Estas condiciones han propiciado que los bancos adopten un enfoque más conservador y contractivo, minimizando la oferta de crédito y aumentando las tasas de interés.
Esta contracción de los créditos bancarios tiene repercusiones directas en el crecimiento económico del país. Al reducirse la disponibilidad de crédito, tanto pequeñas como medianas empresas enfrentan dificultades para acceder a financiamiento, afectando su capacidad de inversión y expansión. Esto, a su vez, se traduce en un menor dinamismo económico y un aumento en la tasa de desempleo, afectando a diversos sectores de la población
Expertos en economía atribuyen esta fase contractiva no solo a factores externos, sino también a políticas internas implementadas por el actual gobierno, las cuales consideran que han generado incertidumbre en los mercados. Algunas decisiones políticas y económicas han llevado a una disminución de la confianza tanto de los inversionistas como de los consumidores, lo que incide en la menor circulación de capital y en la reducción de las oportunidades
La situación plantea desafíos importantes para la recuperación económica del país. A corto y mediano plazo, se espera que los bancos mantengan un enfoque restrictivo mientras el panorama económico no muestre señales de estabilidad. Esto implica que tanto las empresas como los consumidores enfrentarán condiciones de crédito menos favorables, limitando así el dinamismo económico.
En este escenario, diversos sectores empresariales y expertos en economía han hecho un llamado al gobierno para que adopte medidas que restauren la confianza y generen un clima más propicio para la inversión, con el fin de revertir el actual estancamiento y retomar la senda de crecimiento económico.