En Chile, los días de elecciones son considerados feriados irrenunciables, una medida que busca garantizar la participación ciudadana en los procesos democráticos. Sin embargo, esta política tiene efectos significativos tanto en el comercio como en las familias, generando tensiones entre el ejercicio del derecho al voto y el impacto económico que conlleva el cierre de locales comerciales.

1. Pérdidas económicas directas

Los sectores más afectados son el retail, los supermercados, y los centros comerciales, que suelen ser motores de la economía durante los fines de semana.

Según cifras de asociaciones gremiales, un día de cierre puede representar pérdidas millonarias, especialmente en períodos cercanos a festividades o temporadas altas de consumo.

2. Afectación a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs)

Mientras las grandes empresas pueden absorber mejor las pérdidas, las PyMEs enfrentan mayores dificultades, ya que muchos dependen de las ventas de fin de semana para cubrir costos operativos.

Los locales familiares y pequeños comerciantes suelen carecer de alternativas para compensar la jornada perdida.

3. Interrupción en la cadena de suministro

El cierre prolongado afecta a proveedores y transportistas, que deben ajustar sus operaciones para adaptarse a los días sin actividad comercial.

1. Reducción de ingresos familiares

Los trabajadores del comercio, especialmente quienes reciben ingresos variables por comisión, ven afectados sus presupuestos familiares debido a la pérdida de oportunidades laborales durante el feriado.

En muchos casos, esta disminución de ingresos complica la planificación de gastos esenciales.

2. Alteración de rutinas familiares

Familias que dependen del comercio para compras de última hora enfrentan inconvenientes al no contar con locales abiertos, lo que genera estrés adicional.

La necesidad de movilizarse hacia los locales permitidos (como almacenes de barrio o estaciones de servicio) puede encarecer las compras y consumir más tiempo.

Fomentar el voto anticipado: La implementación de jornadas de votación anticipada podría disminuir la presión para cerrar completamente el comercio en un solo día.

Flexibilización parcial de cierres: Permitir horarios reducidos o el funcionamiento de sectores específicos del comercio podría equilibrar mejor el derecho al voto y la actividad económica.

Compensaciones económicas: Establecer incentivos o subsidios temporales para PyMEs y trabajadores afectados podría mitigar las pérdidas derivadas de los feriados irrenunciables.

Si bien los feriados irrenunciables por votaciones son una medida orientada a fortalecer la democracia, es evidente que generan un impacto económico significativo en el comercio y en las familias chilenas. Para lograr un equilibrio entre los derechos ciudadanos y la actividad económica, es fundamental avanzar en soluciones que minimicen los perjuicios, garantizando al mismo tiempo la plena participación electoral de la población.