Gobierno de Chile comenzará a cobrar impuestos por ventas en grupos de WhatsApp y Facebook: un duro golpe para las familias de menos recursos. Busca eliminar la totalidad de ventas que no estén asociadas a un local comercial.
En una controversial decisión que ha generado amplio debate, el gobierno de Chile ha anunciado que comenzará a fiscalizar y cobrar impuestos sobre las ventas realizadas en grupos de redes sociales como instagram y Facebook. La medida, impulsada por el Servicio de Impuestos Internos (SII), busca regular las transacciones que hasta ahora han quedado fuera del control fiscal, especialmente en plataformas informales donde pequeños comerciantes y familias de bajos recursos venden productos para complementar sus ingresos.
Según lo informado por el Ministerio de Hacienda, la normativa se implementará a partir del próximo año, con un enfoque especial en la recaudación de impuestos sobre ventas realizadas de forma continua en estas plataformas. Los vendedores que utilicen estos canales deberán declarar sus ingresos al SII y pagar impuestos sobre las ganancias generadas, similar a como lo hacen las empresas establecidas. La fiscalización estará a cargo de un equipo especializado del SII, que utilizará herramientas tecnológicas para rastrear las transacciones.
“Es una forma de nivelar la cancha y asegurar que todos quienes realicen actividades económicas contribuyan al bienestar del país", indicó el ministro de Hacienda, aunque reconoció que la medida podría impactar fuertemente a sectores vulnerables.
Sin embargo, el anuncio ha generado una ola de críticas, principalmente por parte de pequeños emprendedores y familias que utilizan estas plataformas para sobrevivir en medio de la crisis económica. Muchos de ellos afirman que esta decisión representa un nuevo golpe a los ingresos de los hogares más afectados por el aumento del costo de vida, especialmente en un contexto de inflación y desempleo en alza.
“Es injusto, ya que muchas familias dependen de las ventas por WhatsApp o Facebook para comer día a día. No es lo mismo que un gran negocio, somos personas que intentamos salir adelante con lo poco que tenemos”, expresó una comerciante informal afectada por la medida.
Organizaciones sociales han llamado al gobierno a reconsiderar esta medida o, al menos, a implementar excepciones para quienes realicen ventas de pequeña escala o en situación de vulnerabilidad. A medida que se acerca la fecha de implementación, el tema promete seguir generando debate en la sociedad chilena.
