La normativa establece que todos los vehículos que circulen en el país deben tener grabados los números de su placa patente en vidrios y espejos.

El grabado de patentes en los vehículos motorizados de Chile se ha convertido en un requisito obligatorio a partir de la promulgación de la ley 21.601, cuyo reglamento fue publicado en el Diario Oficial el pasado 14 de mayo. Esta ley tiene como objetivo mejorar la seguridad vehicular y facilitar la identificación de los automóviles en caso de robos o infracciones.

La importancia de esta ley radica en que estandariza un proceso que, aunque ya era común entre algunos propietarios de vehículos, ahora se convierte en una obligación para todos. El reglamento define claramente los plazos y características que deben cumplirse para realizar el grabado, dependiendo del tipo de vehículo y su fecha de adquisición.

En cuanto a los plazos establecidos para realizar el grabado, varían según la fecha en que el vehículo fue comercializado. Los automóviles nuevos que sean vendidos hasta el 15 de agosto de 2024 tienen un plazo de cuatro meses para cumplir con esta exigencia. Es decir, a partir del 14 de septiembre de 2024, todas las concesionarias deberán entregar los vehículos con la patente ya grabada. Por otro lado, aquellos vehículos comercializados antes del 11 de noviembre de 2023, tienen un periodo más amplio, hasta el 14 de mayo de 2025, para completar el proceso.

Para aquellos propietarios que ya realizaron el grabado de la patente en sus vehículos antes de la promulgación del reglamento, no será necesario repetir el proceso. Sin embargo, es importante que el grabado existente permita una identificación clara y completa de todos los dígitos y letras de la placa patente. Además, el grabado debe ser permanente, es decir, debe haber implicado un desgaste real del material, independientemente de la técnica utilizada, ya sea arenado, tallado o con ácido. Finalmente, para quienes aún no han realizado el trámite, se debe seguir las especificaciones detalladas en el reglamento. Estas incluyen la tipografía, tamaño de las letras y la ubicación exacta en la que deben estar colocados los grabados en los vidrios y espejos del vehículo.